ARGENTINA
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El candidato presidencial oficialista de Argentina, Sergio Massa, se mostró el miércoles «convencido» de que las Fuerzas Armadas del país sudamericano «respetan, valoran y defienden el orden democrático». Massa intenta modificar la voz de su coalición, tan enemiga de las Fuerzas Amadas como del FMI que lo necesita para mejorar la pésima situación crediticia del país.
En un acto celebrado en Buenos Aires con motivo del inicio de la campaña antártica, el actual ministro de Economía dijo que la discusión sobre el rol de las Fuerzas Armadas en Argentina es «una discusión del pasado».
Massa elogió el rol de las Fuerzas Armadas en la defensa de la soberanía de Argentina. «El nuevo tiempo es sobre la base de utilizar la inteligencia y el conocimiento como valores centrales de lo que debe ser la defensa de la soberanía», especificó Massa.
El candidato también se refirió a las familias de los excombatientes en la Guerra de las Malvinas (1982), en la que Argentina y el Reino Unido se disputaron el control de las islas ─bajo bandera británica desde 1833─ y donde murieron 649 argentinos, 255 británicos y tres isleños.
Massa habló particularmente del decreto firmado el martes por el gobierno para garantizar que los descendientes de los fallecidos en el archipiélago sean sus «legítimos hereditarios».
La «causa Malvinas» es un eje de la política exterior de Argentina, que ha reclamado ante Naciones Unidas en varias ocasiones la soberanía del archipiélago situado en el Atlántico Sur.
En medio de la campaña electoral hacia el balotaje del 19 de noviembre, la justicia de Argentina ha revelado la existencia de una red de espionaje ilegal con investigaciones sobre los Poderes Ejecutivo y Judicial, periodistas y empresarios destacados, financiado por funcionarios kirchneristas según la prensa local.
El fiscal federal Gerardo Pollicita firmó un dictamen en el que se expuso la existencia de miles de «objetivos» espiados de forma ilegal, con víctimas que abarcan desde el presidente, Alberto Fernández, y parte de su gabinete a opositores como el líder de La Libertad Avanza.
La revelación del fiscal se desprende de otra causa judicial por espionaje y suplantación de identidad a magistrados de la Corte Suprema de Justicia argentina en abril de este año, en la que el principal imputado es el exoficial de inteligencia de la Policía Federal Argentina Ariel Zanchetta, detenido en junio pasado.
En esa causa también se encuentran imputadas dos personas de la provincia de Misiones (noroeste), que habrían vulnerado las comunicaciones telefónicas y electrónicas de los jueces mediante datos personales recogidos ─presuntamente de forma ilegal─ por una empresa llamada Sudamericana Data Group.
Según el informe del fiscal, los responsables de esa base de datos apuntaron que las búsquedas de información personal sobre los jueces fueron pagadas por Zanchetta, a quien la justicia encontró, tras un registro, 1.196 informes repartidos entre computadoras y teléfonos celulares que tenía en su poder.
De las pericias informáticas, que llevó a cabo la Dirección de Asistencia Judicial en delitos complejos y crimen organizado (Dajudeco) del Ministerio Público Fiscal, se desprenden conversaciones de Zanchetta y el diputado nacional de Unión por la Patria (peronista) Rodolfo Tailhade, en las que el acusado ofrece «chats» entre un funcionario capitalino y un asesor del presidente del Supremo.
Por otro lado, Zanchetta también recibía pedidos de espionaje por parte de un vocero kirchnerista, que se desempeña como responsable de comunicación de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y hombre cercano al legislador Máximo Kirchner, hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández, y líder de La Cámpora.
Estos informes recopilaban datos personales, patrimoniales, nombres de familiares de las personas investigadas y hasta seguimientos de cada uno de sus movimientos.
El caso continúa bajo investigación judicial a la espera de más pruebas, que todavía no se han dado a conocer, medidas que podrían llevar a otros allanamientos y el pedido del fiscal para volver a indagar a Zanchetta, ya que hasta ahora está procesado por espiar a los jueces de la Corte.
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