ARGENTINA

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Foto: Javier Milei por Mídia NINJA / Sergio Massa por Mídia NINJA

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Los candidatos a la Presidencia de Argentina, el peronista Sergio Massa y el aspirante liberal Javier Milei, llegan al debate de este domingo 12 de noviembre, luego de una semana de intensa campaña en búsqueda de apoyos para el balotaje del 19 de noviembre.

Massa lleva un año y medio como ministro de Economía, con los peores indicadores de las últimas décadas, que se reflejan en una inflación cercana al 200 % anual, una pobreza del 50 % de la población y mas de veinte millones de cheques de asistencia que paga el Estado en este país de 47 millones de habitantes.

Pese a la crítica situación económica y social que castiga a la población, Massa tiene posibilidades de ganar las elecciones del 19 de noviembre.

Con posturas opuestas, los dos candidatos presentaron sus planes y propuestas sobre economía, una de las principales preocupaciones de los argentinos; educación y salud; producción y trabajo; seguridad; y derechos humanos y convivencia democrática.

El pasado domingo, 12 de noviembre, una semana antes de la segunda vuelta, los dos candidatos a la Presidencia de Argentina, el justicialista Sergio Massa y el aspirante de derecha Javier Milei, mantuvieron un debate en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

El actual ministro de Economía, Sergio Massa, aspirante de la coalición justicialista Unión por la Patria, y el controversial economista Javier Milei, de la fuerza de derecha La Libertad Avanza, presentaron sus posturas sobre economía; las relaciones exteriores de Argentina; educación y salud; producción y trabajo; seguridad; y derechos humanos y convivencia democrática.

Tras la primera ronda, la candidata de la coalición Juntos por el Cambio (centroderecha), Patricia Bullrich, y el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) expresaron públicamente su apoyo y pidieron el voto para Milei en la segunda vuelta, lo que abrió disputas internas en ese movimiento.

Al presidente del país vecino, Luiz Inácio Lula da Silva, Milei lo ha calificado de «comunista» y «corrupto».

Una semana antes de que los argentinos definan a su futuro presidente, el domingo será el tercer y último debate presidencial de estas elecciones. Esta vez solo con los candidatos que compiten en el balotaje: Sergio Massa y Javier Milei. ¿Podrá este cruce cambiar la decisión de los votantes?

«Cambiar en forma masiva las preferencias de los electores a partir de un debate presidencial parece poco probable. Hay estudios que confirman el cambio de voto luego de un debate presidencial, pero en una magnitud relativamente pequeña», explican Julia Pomares y Santiago Lacroix en un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), a propósito de los debates de 2019. Agregan que «los debates también sirven para reafirmar a los ya decididos».

Sus afirmaciones se basan en un estudio sobre cuatro elecciones presidenciales en Estados Unidos donde «se demostró que un 14% de quienes vieron el debate cambiaron su posicionamiento: la mitad de estos fueron personas que se encontraban indecisas y se decidieron por alguno de los candidatos, mientras que solo un 3,5% cambió su preferencia de un candidato a otro y otro 3,3%, que ya estaba decidido por un candidato previamente, pasó a estar indeciso».

En el mismo sentido, el analista político Lucas Romero agrega: «No está evidenciado que los debates produzcan grandes transformaciones en las tendencias electorales, pero en una elección que viene siendo pareja o que podría ser pareja, un debate pudiera generar un impacto acotado pero decisivo para el proceso electoral. Todos estos condimentos tienen el debate del próximo domingo. Es decir, es un hecho político que pudiera generar un impacto que pudiera alterar o modificar la escena electoral. Por lo tanto, podría uno identificarlo como un hecho político decisivo de la campaña».

Ante este panorama, ¿quién está mejor preparado para enfrentar el debate en Argentina?

«Cuando uno analiza las habilidades y las destrezas personales de uno y de otro para un debate de estas características, uno ve una asimetría muy marcada en favor de Sergio Massa, no tanto en la capacidad de oratoria como en el manejo del lenguaje corporal, en la rapidez y claridad mental para argumentar», explica Romero, pero agrega: «La debilidad es el contexto: los resultados de una gestión de la que se tiene que hacer cargo siendo ministro de Economía».

¿Qué pasa con Milei? «Es lo inverso. La ventaja o la fortaleza está en la coyuntura, en la realidad que enoja a la gente. Y las desventajas o las debilidades vienen por el lado de su capacidad de ejecutar un plan. Es decir, es un candidato inexperto que no tiene habilidades y destrezas para ejecutar el rol de candidato a la perfección y que está en algún punto haciendo una campaña improvisada y guiada más por la intuición que por una conducción estratégica inteligente», sostiene Romero.

Así, el debate puede ser una buena oportunidad para los dos candidatos, si logran capitalizarlo a su favor. «El contenido del debate y la coyuntura le abren ventanas de oportunidad para Milei. Pero la verdad es que en la proyección que uno hace de las habilidades y las destrezas personales, uno imagina una oportunidad para que Massa pueda sacar alguna ventaja», concluye Romero.

Los debates presidenciales son una tradición en muchos países y están pensados para dar información a los electores, conocer mejor y mostrar las diferencias entre los candidatos. En América Latina, los primeros se dieron en la década de 1960 y luego esta práctica se extendió a otros países de la región.

Sin embargo, en Argentina son relativamente nuevos: el primer intento fue en 1989, pero uno de los candidatos faltó. Había sido organizado por Tiempo Nuevo, el exitoso programa del periodista Bernardo Neustdat que marcaba la agenda política del país. Pero ese día, Eduardo Angeloz, el candidato de la Unión Cívica Radical, se quedó esperando al peronista Carlos Menem, que no asistió. Menem aventajaba al contrincante en mas del diez por ciento de los votos como efectivamente ocurrió.

Recién en 2015 se organizó el primero; luego, en 2016 los debates presidenciales se reglamentaron por ley y desde entonces son obligatorios.

El último debate se realizará en la Faculta de Derecho de la Universidad de Buenos Aires el domingo a las 9 p.m. (7 p.m., hora de Miami). Se trasmitirá por todos los medios estatales. Los privados pueden tomar gratuitamente la señal, y también se podrá seguir por YouTube desde el canal de la Cámara Nacional Electoral (CNE).

Los ejes temáticos del encuentro —definidos por sorteo— serán: economía, relaciones de Argentina con el mundo, educación y salud, producción y trabajo, seguridad, derechos humanos y convivencia democrática.

Los candidatos tendrán un minuto para una apertura y presentación, y luego vendrán los ejes temáticos de 12 minutos, por lo que cada candidato contará con seis minutos que administrará según su decisión.

Según la CNE, no debería haber interrupciones entre los candidatos y cada uno podrá hablar recién cuando el otro termine su idea, durante no más de dos minutos corridos. Pero si ambos candidatos hablan a la vez, el tiempo seguirá corriendo para ambos.

Otro artículo de interés: Milei sigue en primera posición

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