ARGENTINA

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Ministro de Economía y candidato oficialista, Sergio Massa / Foto: Mídia NINJA

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¿Quién llegará al sillón de la Casa Rosada? En el balotaje del 19 de noviembre se disputan la presidencia de Argentina el oficialista Sergio Massa, de la coalición peronista dominada por la izquierda, (Unión por la Patria) y actual ministro de Economía, y el liberal de derecha Javier Milei, de La Libertad Avanza.

El plan de Massa es histórico de los grupos que reciben subsidios del Estado, desde los industriales que reclaman protección hasta los sindicatos que rechazan la estabilidad de las finanzas públicas exigiendo tarifas de los servicios públicos de bajo costo para la población.

El plan ha permitido el triunfo electoral en distintos turnos pero ha llevado al país a un estancamiento económico y una crisis social en los últimos cuarenta años nunca vista.

Sin duda, el mayor desafío de Massa, ministro de Economía desde 2022, es demostrar que tiene un plan concreto para sacar a Argentina de la delicada crisis actual. El abogado tiene un perfil pragmático, pero se enfrenta a críticas por no poder controlar la crisis. Promete equilibrio fiscal, superávit comercial, un tipo de cambio competitivo y recomponer las reservas.

Sin embargo, una posible estabilización económica parece estar muy lejos de la realidad por estos días, ya que el ministro de Economía no ha logrado frenar la espiral de la inflación que supera largamente el ciento por ciento anual.

Dijo que en 2024 levantará el cepo cambiario impuesto al dólar, así como las restricciones a las transacciones en esa moneda.

Aspira a cancelar la deuda con el Fondo Monetario Internacional, de unos 46.000 millones de dólares, pagándola en un 100%. Apuesta a la exportación agropecuaria, junto con recursos energéticos como el litio, el gas y el petróleo, para generar dólares.

El candidato libertario de derecha, un outsider que surgió en la política hace dos años, es considerado por la oposición como disruptivo y polémico por algunas de sus propuestas radicales y recibe criticas feroces de los sectores radicalizados de la izquierda.

El economista, cuyo símbolo es la motosierra, quiere «liquidar» el Banco Central y dolarizar por completo la economía. Varios economistas consideran que ese giro es actualmente inviable porque el Banco Central casi no cuenta con reservas, por lo cual deberá precisar cómo hará para «dolarizar sin dólares».

La experiencia de la dolarización de la economía argentina en la década de los 90 fue exitosa en el combate a la inflación.

La apertura de la economía es otro de los caballitos de batalla del candidato, con la «liberación de todos los cepos cambiarios» y terminando con las retenciones a la exportación y los aranceles a la importación. Dicha apertura genera temores de que implique eliminar sectores enteros de la producción nacional. Quiere privatizar empresas públicas, recortar al máximo los gastos del Estado, así como eliminar subsidios, bajar los impuestos y el gasto en obra pública.

El candidato peronista resaltó en campaña la importancia de mantener «la salud pública como una política de Estado», es decir, el acceso a la salud pública y gratuita. Previno, en contraposición, del «sálvese quien pueda» que se derivaría de las propuestas de privatización de la oposición.

Al inicio de la campaña electoral, Javier Milei se pronunció a favor de cobrar aranceles por las prestaciones, que históricamente son gratuitas en los hospitales públicos argentinos, y de una reforma en la financiación de los mismos. Así planea achicar el gasto en salud, y crear un seguro universal de salud que cubra los costos de manera proporcional al pago que realice el receptor del servicio.

El candidato de UxP resaltó que es necesaria una mayor inversión en la educación pública y en las universidades, si logra estabilizar la economía. Para él, la formación terciaria y universitaria son garantes de progreso. Quiere desarrollar la capacitación en tecnología y en instrumentos del «nuevo mercado de trabajo» en los planes de la escuela secundaria, impulsando una «revolución educativa» y «profundizando» las políticas de la memoria.

La educación primaria y secundaria, de muy baja calidad, esta totalmente en manos de los sindicatos docentes.

El candidato liberal propone un «sistema de vouchers para estudiar», que reemplazarían a la histórica educación pública y gratuita en Argentina. Aunque no queda claro cómo lo implementaría, el sistema de vales apunta a descentralizar la educación, entregando el presupuesto a los padres, en lugar de a las escuelas o ministerios. Milei ha suavizado sus propuestas de cara a la segunda vuelta, pero aún quedan muchas dudas sobre la efectividad de este sistema.

En materia de seguridad, Sergio Massa quiere implementar un sistema de videovigilancia para prevenir y perseguir el delito, usando también sistemas satelitales y drones en fronteras para combatir el narcotráfico, la corrupción y la trata de personas.

Javier Milei propone bajar la edad de imputabilidad, desregularizar la tenencia de armas de fuego para la población y militarizar las cárceles para «recomponer el sistema». También quiere prohibir la entrada al país a extranjeros con antecedentes penales y deportar de inmediato a los que cometan delitos. Aunque matizó algunas de sus propuestas, estas siguen en pie.

El candidato anunció que prorrogará por dos años más el plan que permite percibir un porcentaje de la jubilación antes de la edad establecida. Está en contra de la vuelta al sistema de AFJP, administradoras privadas de fondos de pensión.

Massa con el exvicepresidente Amado Boudu fueron los artífices de cambiar el sistema de jubilación privada al control del Estado que ahora manejan los dirigentes políticos. Massa ahora permite jubilación sin los aportes correspondientes.

En su plataforma, Milei dijo que hará cambios en el sistema previsional y de seguridad social. Uno de ellos es la reforma para recortar el gasto del Estado en jubilaciones y pensiones, alentando un «sistema de capitalización privado». Se pronunció a favor de la vuelta de las AFJP.

Sergio Massa llamó a cuidar el legado de los últimos 40 años de democracia en Argentina en relación a la «memoria, verdad y justicia» en cuanto a los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura de la junta militar entre 1976 y 1983, que le valieron a Argentina el reconocimiento internacional en derechos humanos. Apuesta por la inclusión y los derechos de las minorías. Apuntó contra quienes niegan el cambio climático y llamó a defender la biodiversidad.

Massa tiene buenas relaciones con China y Brasil, los dos principales socios comerciales de Argentina, y quiere relanzar el Mercosur, según expertos. Se cree que tiene una postura favorable a ingresar a los BRICS.

El candidato de La Libertad Avanza dijo que «no fueron 30.000 los desaparecidos», como estiman las organizaciones de derechos humanos, durante la dictadura militar en Argentina, desatando un controvertido debate. También negó la brecha salarial de género en el mercado laboral. Para Milei y su candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, los crímenes de lesa humanidad fueron «excesos», un argumento que utilizó el jefe de la junta militar, Jorge Rafael Videla.

Milei está en contra del aborto. Dijo no tener nada en contra del matrimonio igualitario. Para él, las aseveraciones que culpan al ser humano del cambio climático «son falsas». Dijo que no le interesan las relaciones con China, por ser un país comunista, y lo mismo dijo del Brasil gobernado por Lula da Silva. Según él, Argentina debería abandonar el Mercosur y no debería entrar al grupo de los BRICS.

Otro artículo de interés: FMI analiza préstamo que concedió a Argentina

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